Mejor... ¡En casa!

He de empezar la entrada de hoy pidiendo perdón. Perdón a Moisés por que hoy habíamos quedado para volver a pescar juntos. Mi despertador no sonó o yo no lo escuche y acabe despertándome media hora tarde cuando el compañero ya se encaminaba a su casa, Perdona amigo mio...
Decido pues irme solo al mismo lugar que el y yo teníamos pensado. Me encamino ya de día con la esperanza de coger al menos el reviro ya que he perdido la amanecida.
De camino me para la Guardia Civil para un control rutinario. Total, llego a lo alto del risco a las 9 de la mañana, si me doy prisa bajando aun puedo coger buen momento.
Hoy vengo preparado para bajar rápido, pongo la escalera, comienzo la bajada, con las prisas no comprobé la escalera bien, esta se mueve... ¡Ostión!
Me quedo un par de minutos en el suelo, no me he echo nada de nada, pero en esos dos minutos he valorado si puedo o no ser ratrasado mental jajaja.
Son las 9:30 cuando empiezo a lanzar al poco de llegar tengo picada y captura.

Parece que la cosa promete. Para nada, tan solo una aguja se intereso por un paseante y no llego a clavarse. Son las 12 cuando empiezo a subir el risco y a echar de menos mi cama, al menos me queda la imagen de lo espectacular del lugar donde he pescado.

Mañana tocara variar un poco y volver tras las lubinas.

Saludos!